Oda a la dama de blanco

La dama de blanco ha salido,
dando cobijo a la fría noche,
eclipsando a las criaturas de la oscuridad.
La dama de blanco ha salido,
ataviada con su vestido de gala,
cómplice de los más abominables y lujuriosos crímenes.
La dama de blanco ha salido,
contemplando recelosa a los mortales,
espectros infelices que ansían alcanzarla,
perturbar su perfección.
La dama de blanco ha salido,
salpicada de terror y de rojo, 

alimentándose del miedo de almas errantes que buscan redimir sus pecados.
La dama de blanco comienza a ocultarse,
las sombras se disipan,
los animales de la tenebrosa selva se convierten en inofensivos corderos con garras y caparazón.
La dama de blanco cierra sus ojos.

Tras ser testigo de los pecados humanos, duerme.

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Otro poema bastante viejo, pero es lo que toca a falta de nuevas ideas. Este en concreto me gusta bastante, recuerdo haberlo escrito una noche de insomnio en que la dama de blanco estaba especialmente hermosa... supongo que porque se había alimentado del odio de muchas almas en pena en aquella ocasión. Espero que en los próximos días me venga la inspiración y no tenga que tardar tanto en volver a publicar algo por aquí, crucemos los dedos!